Negocios de
Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir.
Podemos empezar por referinos a la epoca en que el poder estaba concentrado en la tierra o “era agraria” donde los latifundistas eran los dueños del poder, situacion que sufrio el impacto de la “era industrial”, que produjo que la riqueza cambiara a manos de quienes vieron el cambio como oportunidad, y no menos podemos ignorar la situación generada en los ultimos tiempos y manera cada vez mas acelerada con herrmientas de comuicacion, que ha venido propiciando caidas de barreras politicas, geograficas y econonicas en lo que se conoce como la “era de la información”, destacandose hoy
Lamentablemente, hoy los seres humanos seguimos aferrados a la sensación de seguridad, que produce la decadente era industrial, haciendonos temerosos y resistentes al cambio por una condicion se podria decir casi geneticamente codificada, pero que algunos “mutantes” llamados soñadores, parecieran ser inmunes a su efecto, que aprovechan ante la inercia que produce el miedo al cambio de la mayoría y reciben los beneficios que deja ese camino lleno de incertidumbre pero inevitable para todos.
El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.
Y es inevitable para todos porque todos vamos a ser impactados por las diferentes olas que generan estos movimientos economicos, quien no conoce de cierres de empresas, fusiones, ajustes de personal, quiebras de empresas tradicionales, etc. pero aunque se oyen cosas contrarias como nueva forma de hacer negocios, que produce mas el trabajo que un empleo, que hoy el dinero fluye a las manos de quien tiene la información y la aplica, no en quienes la tienen y por temor se paralizan. Por ello debemos estar dispuestos a abordar el veloz tren de la nueva economia, sin miedo pero con tacto, que nos permita actuar una vez estudiemos cada oportunidad, sin producir paralisis del analisis como tampoco la superficialidad por codicia.
Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano.